Todo comenzó en enero de este año, cuando Elizabeth Juárez y su tía, ambas costureras de oficio, notaron de primera mano las carencias del Hospital Zonal Dr. Ramón Carrillo de Bariloche. Durante un año, visitaron regularmente a una familiar que estaba internada en cuidados mínimos, lo que les permitió observar las dificultades a las que se enfrentaba el personal médico, así como las condiciones que afectaban a los pacientes.
Lo que comenzó como una preocupación personal se transformó en una red solidaria que hoy moviliza a 22 mujeres voluntarias para mejorar las condiciones del hospital a través de la confección y reacondicionamiento de textiles.
“Mi tía estaba en una habitación con una ventana en el medio, sin cortina. Estaba totalmente inmovilizada, con pañales. La gente de la habitación de enfrente la estaba mirando, no tenía privacidad”, relató Elizabeth a Bariloche2000, recordando el momento que la motivó a actuar. A partir de esa situación, decidió junto a su tía, coser cortinas y mantas para darle más dignidad a los pacientes internados.
La idea fue tomando forma cuando Elizabeth decidió convocar a más costureras. Como parte del grupo de emprendedoras textiles “Uniendo Tramas”, comenzó a recibir el apoyo de otras mujeres. Hoy, el grupo “Voluntariado Textil Bariloche” cuenta con 22 costureras que, de manera voluntaria, confeccionan y reacondicionan materiales textiles que el hospital necesita.
Entre las tareas que realizan, se encuentran la confección y reparación de sábanas, mantas, toallas y cortinas, todos artículos que suelen escasear en el hospital debido al constante uso y quizás, falta de presupuesto. Sin embargo, el trabajo no es sencillo, ya que dependen exclusivamente de donaciones. “Hacemos lo que podemos, porque trabajamos con donaciones. Hace unos tres meses realizamos una rifa y con la plata que juntamos hicimos 130 fundas de colchones”, señaló Elizabeth, destacando la importancia de cada aporte que reciben.
Uno de los principales sectores que colabora con las donaciones es el hotelero, ya que estos establecimientos renuevan periódicamente sus sábanas y toallas, que pueden estar rotas o manchadas, pero que con el trabajo de las voluntarias pueden ser reacondicionadas y utilizadas nuevamente. “Para el hospital sirve y es de mucha ayuda”, explicó Elizabeth, subrayando la importancia de contar con estos materiales para mejorar la atención a los pacientes.
La motivación detrás de este grupo de costureras va más allá de la simple donación de tiempo y materiales. “Nuestro trabajo busca darle dignidad al trato del paciente y darle confort”, reflexionó Elizabeth. Las voluntarias sienten que su labor no solo es un aporte tangible para el hospital, sino una forma de devolver algo a una institución que en algún momento fue fundamental para cada uno de los integrantes de la comunidad. “¿Quién no pasó algún día por el hospital?”, se preguntó.
Además, Elizabeth destacó el enorme esfuerzo que realiza el personal del hospital para trabajar con los recursos limitados que tienen. “Tanto mucamas, enfermeras y médicos, hacen malabares con lo poco que tienen. Es impresionante lo que logran con tan pocos recursos”, aseguró, visiblemente emocionada al recordar el cuidado que su tía recibió durante su internación.
Lamentablemente, la tía de Elizabeth falleció recientemente, luego de un año y medio de estar hospitalizada. Sin embargo, su partida no dejó solo tristeza, sino un legado de solidaridad y agradecimiento hacia el personal de salud. “Me quedo con el trabajo enorme que hicieron, el amor que le dieron, como la cuidaron, y los malabares que hacían para darle comodidad y confort”, expresó Elizabeth, conmovida por el esfuerzo de los profesionales que acompañaron a su tía hasta el final.
Hoy, el grupo de voluntarias sigue adelante con nuevos proyectos y necesidades. Actualmente, se encuentran recibiendo donaciones para comprar tela destinada a confeccionar zaleas para las ambulancias del hospital. Las zaleas son telas especiales que se colocan debajo de los pacientes para facilitar su traslado y proteger la ropa de cama.
Aquellos que deseen colaborar con esta causa pueden hacerlo donando desde $250 al alias “voluntariadotextil”, a nombre de Juárez Elizabeth Astrid. Con cada contribución, se sigue cosiendo no solo materiales textiles, sino también esperanza y dignidad para quienes más lo necesitan.
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