La falta de vacunas contra la fiebre amarilla, un requisito indispensable para los estudiantes de Bariloche que planean realizar su viaje de egresados a Brasil, genera preocupación. Según explicó Sara La Spina, jefa del área de vacunación del Hospital Zonal, en una entrevista con Radio Seis, esta problemática ya afectó en años anteriores debido a una reducción en la distribución de dosis por parte de Nación.
"Con la fiebre amarilla, que no es una vacuna del calendario nacional y que suele ser requerida para viajes al extranjero, hemos tenido este tipo de dificultades en otros momentos", comentó La Spina. La profesional explicó que, en algunas ocasiones, la cantidad de dosis enviadas desde Nación no es suficiente para cubrir la demanda local, lo que genera inconvenientes.
El viaje de egresados a Brasil es una tradición entre los estudiantes de Bariloche, pero este destino también requiere que los jóvenes cuenten con la vacuna contra la fiebre amarilla. Desde el mes de julio, el área de vacunación estuvo en comunicación con las escuelas y los padres para planificar la vacunación de los estudiantes, considerando la importancia de este viaje para las familias, que lo pagan con mucha anticipación. "Somos conscientes de que es un viaje que los papás pagan hace mucho tiempo y nosotros nos ocupamos de planificar la vacunación", afirmó la jefa del área.
Uno de los desafíos que enfrentan las familias es el alto costo de la vacuna cuando se adquiere de forma particular, ya que no está incluida en el calendario nacional. En este sentido, La Spina destacó que todas las vacunas tienen un costo elevado. "Si nos ponemos a ver todas las vacunas, aun las de calendario, son costosas. Nosotros a la salud no la vemos como un costo, sino como una inversión", subrayó. "Si el costo hay que pagarlo para que la gente no se enferme, bienvenido sea", añadió.
La escasez de vacunas también afecta a otros grupos que buscan aplicársela. En un momento, Bariloche llegó a recibir personas de diferentes partes del mundo para vacunarse contra la fiebre amarilla. Sin embargo, las autoridades decidieron limitar su distribución. "En un momento se decidió que sea para la gente de la ciudad, de la región, porque es acotada", explicó La Spina.
El sistema de vacunación en Bariloche está integrado con la red provincial, lo que permite un control detallado de las dosis aplicadas. "Tenemos un sistema integrado donde vemos cada vacuna que se coloca, lo vieron todos desde la época del COVID. Nosotros cargamos en vivo y en directo la vacuna que se coloca y hay un monitoreo a nivel provincial", explicó La Spina. Además, destacó que trabajan en estrecha colaboración con la jefa provincial de vacunación, quien es la encargada de gestionar el pedido de vacunas a nivel nacional.
Una de las particularidades de la vacuna contra la fiebre amarilla es que no se puede planificar su demanda con precisión. A diferencia de otras vacunas, que se calculan según la cantidad de nacimientos, la de la fiebre amarilla depende de los viajes internacionales. "No es una vacuna que tengas calculada en cuanto a población, porque no sabemos a quiénes vamos a vacunar", comentó La Spina. "Esta vacuna se va evaluando en función de los que se vacunaron el año anterior", concluyó.
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