Oriundo de San Salvador de Jujuy y criado en Salta, Matías Robador es Ingeniero Mecánico egresado del Instituto Balseiro. Apasionado por la robótica, este año defendió su tesis de Maestría, titulada "Diseño de un módulo robótico para inspección de ambientes subacuáticos", o “Robotino 2.0”, como prefiere llamarlo. Por este mismo proyecto acaba de ganar el 3° puesto del concurso INNOVAR 2019.
El joven ingeniero comenzó a trabajar en ese proyecto en 2014, cuando presentó su proyecto integrador de un dron subacuático, para recibirse de Ingeniero Mecánico en el Balseiro, dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO). “La principal motivación de este proyecto surgió de la necesidad de inspeccionar visualmente los componentes internos del recipiente a presión del reactor CAREM25, un reactor nuclear SMR100% argentino que está en construcción”, explicó Robador. Y agregó que con este robot se evitaría exponer a las personas “al ambiente radiactivo de la central nuclear, ya que podrían operarlo a control remoto desde una zona segura”.
Robotino llevó al recién egresado Magíster a participar en eventos de difusión y divulgación de la ciencia y la tecnología en las provincias de Neuquén y Río Negro. Luego, en 2014, obtuvo por su trabajo, el primer premio en la categoría “Innovación en la Universidad” del concurso INNOVAR.
El certamen INNOVAR tiene como principal objetivo impulsar la cultura innovadora en los diferentes ámbitos productivos del país. Los proyectos que allí se presentan son evaluados en función de su novedad, impacto social y comercial y grado de desarrollo alcanzado. El premio que recibió Robador consta de un trofeo de madera y un incentivo económico de 31 mil pesos que reconoce a los proyectos más innovadores.
Robotino 2.0
Matías Robador continuó trabajando en el proyecto de su robot subacuático en el tema de su tesis de Maestría, que defendió en septiembre pasado. Como proyecto final presentó una versión optimizada su proyecto, “Robotino 2.0”, y fabricó un prototipo funcional que luego puso en práctica. Decidió presentarse a la edición 2019 del concurso INNOVAR que en años atrás le había dado un reconocimiento. Una vez más su proyecto lo convirtió en uno de los ganadores, en este caso, del tercer puesto en la categoría “Universitarios y terciarios”.
La muestra del concurso INNOVAR 2019 se realizó del 25 al 27 de septiembre en la Usina del Arte, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se presentaron cerca de tres mil proyectos entre las 5 categorías participantes y la premiación se realizó al finalizar la muestra. “En el concurso nacional se busca premiar a los proyectos más novedosos, que cuenten con un buen impacto social y comercial y con un alto grado de desarrollo alcanzado”, expresó el joven galardonado.
Asimismo, el Magíster en Ingeniería, que tiene 28 años de edad, contó que se hicieron mejoras notorias en la instrumentación y electrónica de todo el módulo: se incorporaron sensores inerciales, sensores ultrasónicos, sensor láser de distancia, sensor de presión, temperatura y detectores de filtraciones de agua, entre otros componentes.
En el mismo viaje, Robador participó además de la primera exposición de póster de becarios de la CNEA que se realizó en el Centro Atómico Constituyentes en agosto pasado. Allí también fue reconocido por el proyecto realizado en la Maestría y recibió el primer premio en una competencia de pósters.
Estudiar en el Balseiro
Por otra parte, Matías Robador hizo un balance de su experiencia en el Instituto Balseiro. “Mi balance es altamente positivo, como dice el eslogan, ‘Estudiar en el IB es diferente’, esto tiene sus ventajas y desventajas. Sin embargo, para mí las primeras superan por lejos a las segundas”.
Respecto a su carrera, el joven recalcó el amplio campo de aplicación de la Ingeniería Mecánica: “Puede ser de gran utilidad en áreas muy diversas, que van desde ámbitos de investigación y desarrollo, aplicados a robótica, energías renovables, ciencia de materiales, nanotecnología, etc.; hasta industrias muy variadas, como la nuclear, aero-espacial, petróleo y gas, minería, automotriz, entre otras”.
Refiriéndose a las particularidades de estudiar en IB, el joven ingeniero expresó que lo que más le costó fue estar lejos de su familia. Mientras que entre los beneficios, resaltó la independencia económica gracias a las becas completas, la alta calidad de la educación, que es personalizada, el ambiente de compañerismo que se genera y el prestigio que brinda haber estudiado en el Balseiro.
“Por todo esto, puedo decir que tanto como estudiante de grado, como de Maestría, siempre me sentí muy afortunado de haber estudiado en el Balseiro. Estoy inmensamente agradecido al IB por haberme dado la oportunidad de crecer tanto profesional, como personalmente en este lugar, rodeado de paisajes naturales impresionantes”, destacó.
Ante la consulta de cuáles son los siguientes pasos de su proyecto, el creador de “Robotino” adelantó que el proyecto continúa en desarrollo y se encuentra en el Laboratorio de Robótica del Instituto Balseiro, donde un estudiante de Maestría recién egresado está trabajando en el control de movimientos del vehículo.
Asimismo, Robador agradeció a sus directores de tesis de Maestría, el Ing. Luis Rovere y el Magíster en Ingeniería Tobías Quispe, y a todo el grupo de Robótica del proyecto CAREM por acompañarlo en su trabajo. “También quiero agradecer a mi familia, y a mi novia, Flavia, por ayudarme a cumplir mis objetivos”, concluyó el joven.
(Por Carla Allegreti / Área de Comunicación del Instituto Balseiro)
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