Alicia Tate, dirigente radical de Santa Fe e integrante del Tribunal de Ética de la UCR Nacional, defendió la expulsión del partido de los diputados Mariano Campero, Luis Picat y Mariano Arjol, y aclaró que la sanción no tuvo que ver con la disidencia política o votos en contra, sino con la actitud provocativa y agraviante contra todo el radicalismo y dos de sus banderas históricas principales: los jubilados y la educación pública, laica y gratuita.
“La sanción se originó en muchas denuncias ante la Convención partidaria, que primero suspendió la afiliación de los tres y luego elevó el tema al Tribunal de Ética para resolverlo. Este fallo puede ser apelado ante la Convención, pero ya es una decisión del partido”, explicó Tate al programa Engranaje de Radio Seis.
Dijo que en el radicalismo “siempre ha habido votos diferentes” y destacó que lo grave fue la actitud de los sancionados, que primero votaron a favor de un proyecto de la UCR, y después de una reunión con el presidente Javier Milei, se dieron vuelya y votaron su veto, con la viralización de selfies provocativas y burlonas “contra todo el radicalismo”.
Incluso Tate consideró “entendibles” las suspicacias públicas sobre coimas o prebendas que recibieron los diputados para cambiar su voto.
Negó que la expulsión se relacione con una interna partidaria vinculada al sector de Martín Losteau y dijo que esa crítica es ofensiva a los dirigentes intachables que integran el comité.
“Este lugar es un blasón, una medalla de honor, para personas con trayectoria intachable. Yo sabía que era una labor que me traería disgustos y lo acepté como distinción. Me parece una excusa pueril decir que es por la interna”, sostuvo.
Insistió en afirmar que “disidencia y votos en contra hubo siempre en la UCR, muchas veces el bloque votó mitad y mitad”, considerando que esa disidencia interna es parte del radicalismo.
“En mi provincia tenemos un gobernador radical (Maxi Pullaro) y una vicegobernadora (Gisela Scaglia) del PRO, con ministros socialistas, no me voy a asustar por posiciones discrepantes. No se castiga una posición política, sino la actitud provocativa contra todos en el radicalismo”, afirmó.
Tampoco aceptó que esta postura de los expulsados tenga relación con posiciones partidarias disímiles de la UCR en los últimos años, que cercaron al partido al kirchnerismo, a la Cámpora, al PRO y Cambiemos, ni con la expulsión de Juan Pablo Álvarez Guerrero, vinculado a la mejor tradición del radicalismo democrático.
“No hay que dejar pasar más este tipo de situaciones, deben ser sancionadas” dijo y agregó que “acá se sanciona un voto en contra del proyecto radical y el alarde desplegados en fotos y selfies provocativas, jocosas, junto al Presidente”.
Contestó a Picat, quien recordó que él ingresó a la cámara en la lista de Patricia Bullrich, con la UCR como aliada, y consideró que no por eso el radicalismo debe “apoyar indiscriminadamente las políticas de gobierno”.
“No podemos olvidarnos de que somos el partido de Alem, Irigoyen y Alfonsín, en el que la ética y la moral siempre caracterizaron al partido”, señaló.
MÁS INFORMACIÓN
UCR en llamas: expulsan a diputados radicales que votaron con libertarios
Comentar