Por Natalia Gili
(VDM Noticias) Los primeros días de febrero, Miguel y Javier compartían la noticia del nacimiento de Amparo, la beba que se convirtió en el primer caso de subrogación de vientre que se realiza en Bariloche.
En esa oportunidad, los papás contaron su experiencia y alentaron a las parejas que, por algún motivo, no pueden tener hijos. Este caso comenzó hace unos tres años atrás cuando la pareja inició el proceso legal a través de un Juzgado de Familia para que la nueva integrante de la familia quedara registrada a nombre de sus padres apenas nacía.
Luego, avanzaron en el proceso de gestación para el que fue fundamental la participación de Nadia Rodríguez, una amiga que se ofreció voluntariamente para cumplir con ese anhelo.
"En una reunión de amigos estaban hablando de tener hijos y también hablaban de la adopción. Yo les dije que el día que quieran tener un hijo contaban conmigo. Ellos lo tomaron como algo al pasar pero al tiempo volvimos a tocar el tema y les volví a decir lo mismo. Y ahí lo tomaron en serio y empezamos a averiguar todo lo que había que hacer", compartió Nadia.
A pesar de su decisión firme, la mujer de 38 años contó que puso una única condición: "tener acompañamiento terapéutico previo, durante y pos embarazo".
"Siempre me planteé que iba a gestar a mi sobrina. Obviamente hay emociones y momentos pos parto, como ganas de llorar, pero la verdad es que estoy feliz de haberlo hecho y lo volvería hacer. Desde el principio, una de las condiciones que puse, fue tener acompañamiento terapéutico previo, durante y pos embarazo porque no sabés para dónde te pueden llevar las hormonas", expresó en una entrevista realizada para radio Nacional Viedma.
La legislación argentina sobre este tema establece que la subrogación de vientres debe ser voluntaria y no puede mediar intercambio económico como sí ocurre en otros países.
Como parte del proceso, Nadia tuvo entrevistas con una psicóloga del Juzgado de Familia a cargo de la jueza Cecilia Criado y una Asistente Social que visitó su hogar. Además tuvo la contención de los papás de Amparo, de amigas y amigos, de su propia familia, y de sus compañeros de trabajo de la Fundación Intecnus "a quienes les tengo que agradecer porque nos han acompañado y cuidado, a Amparo y a mi", destacó.
"Fue todo muy interesante desde el principio. Durante el embarazo seguí trabajando normalmente, haciendo mi vida normalmente. La pasé tan bien, lo disfruté tanto, que ahora considero la posibilidad de ser madre soltera", resaltó.
Respecto a qué la movilizó para prestar su vientre a una experiencia de embarazo subrogado, planteó que "es una cuestión de convicción, pienso que todos tenemos derecho a tener nuestros hijos, ya sean biológicos o no". "Lamentablemente, el sistema de adopción es muy lento. Tengo gente conocida que hace 3 o 4 años está esperando que le asignen la adopción", agregó.
A pesar de las condiciones que establece la ley, hay cuestionamientos que realizan algunos sectores sociales por lo que consideran una "cosificación" de la mujer. Al respecto, Nadia manifestó que "yo no lo veo así porque fui yo la que se ofreció y lo hice por un gesto de amor hacia mis amigos".
"Para mí es una linda oportunidad para parejas de hombres que quieran tener hijos o parejas heterosexuales que hacen miles de tratamientos de fertilidad y no pueden quedar embarazados... Me parece algo benévolo, un gesto de amor", subrayó.
Con respecto al amamantamiento, manifestó que no lo hace porque "es un vínculo que tienen que crear los padres con ella". "Quienes han amamantado saben que es un vínculo y un momento especial con el bebé. Para qué crearlo con la beba si soy la tía", añadió.
Por último, en referencia a los medios de comunicación, expresó "les agradezco de corazón la dedicación para con su profesión y con nuestro caso, para que siga siendo noticia y gente que aún no se ha enterado, se entere de que se puede subrogar el vientre ad honorem en Argentina".
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