(Comunicado textual; imagen ilustrativa, de archivo).- Habiendo circulado en estos días la información de un posible aumento de la alícuota del impuesto interno a las cervezas en el marco del proyecto de reformas tributarias que el Poder Ejecutivo Nacional enviará al congreso en las próximas semanas, la Cámaras que nuclean a los productores de cerveza artesanal a lo largo y ancho del país quieren manifestar su más profunda preocupación por el carácter regresivo que entendemos tendrían dichas medidas y del impacto negativo que las mismas ocasionarán a nuestra actividad; perjudicando el consumo y por sobre todas las cosas desalentando las inversiones y la formalización que con mucho sacrificio venimos procurando como colectivo.
Reiteradamente diferentes funcionarios y miembros del gobierno nacional se han manifestado en diversos medios sobre la necesidad de apalancar y fortalecer el desarrollo de nuestras compañías, señalándonos incluso como ejemplos del espíritu emprendedor que el país necesita.
El mercado de la cerveza en Argentina está claramente diferenciado entre dos categorías. El 98% del volumen de mercado está manejado por 3 empresas multinacionales de capitales extranjeros. Mientras que el 2% restante se compone de la producción de más de un millar de pequeños cerveceros artesanales, 100% de los cuales son pymes y micropymes 100% ARGENTINAS y del que dependen de manera DIRECTA un estimado de entre 7.000 y 10.000 familias, cifra similar a la que emplean las tres empresas que nuclean el 98% del mercado.
La cerveza tiene una graduación alcohólica promedio de 5% y se está proponiendo una alícuota del 17% mientras que otras bebidas de mayor graduación alcohólica tendrían una alícuota menor. Si parte del objetivo del impuesto interno es desalentar el consumo de alcohol, entendemos que este debería tener correlación con el contenido alcohólico de las bebidas en cuestión.
Nuestro segmento es claramente un emergente en estos días; el mercado está creciendo y los consumidores siendo receptivo a cantidad de propuestas que nacen aquí y allá en cada rincón del país. Somos protagonistas en nuestras comunidades, generando impacto local, inversión, empleo y cultura.
Somos parte de un fenómeno que no dejará de crecer, pero que muy lejos está de haber llegado a un punto de madurez. Es mucho el camino que nos falta por recorrer.
Lo último que necesitamos son medidas que compliquen la fragilidad económica y financiera de las muchas compañías medianas y pequeñas que están dando sus primeros pasos. Nos parece un castigo innecesario, profundamente inoportuno y que además no tiene el menor impacto desde el punto de vista de la recaudación y el equilibrio fiscal.
Acompañamos el objetivo del gobierno por avanzar gradualmente hacia un escenario de equilibrio fiscal, pero entendemos que debe darse por el camino de combatir la evasión y la informalidad. Consideramos que la carga tributaria del actual del sector ya es altísima, el Estado debiera hacer el mayor esfuerzo en generar mayores recursos persiguiendo a quienes no pagan, y no castigando con mayor presión a quienes si lo hacen. Aun así, de entenderse que es preciso elevar la alícuota, es menester que se comprenda que dicho incremento debe distinguir entre las dos o tres empresas multinacionales que dominan y concentran el 98% del volumen de nuestro mercado y los miles de pymes y trabajadores que día a día estamos dando una pelea desigual por hacernos un lugar en el mercado para poner en marcha una actividad.
Creemos necesario y oportuno proponer un desdoblamiento de la alícuota ya que no advertimos en ello ningún impacto negativo en el sano objetivo del gobierno de avanzar de equilibrar las cuentas públicas. Confiamos en ser escuchados y que se revisen estas medidas que han puesto en alama a toda la comunidad cervecera argentina.
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