Por segunda vez en el año, el Puerto San Carlos en Bariloche recibió a la Sede Andina de la Universidad Nacional de Río Negro para su ceremonia de graduación. Las autoridades entregaron 45 títulos y docentes, estudiantes y familiares desbordaron el lugar para aplaudir cada título, cada logro. Con la emoción contenida por el esfuerzo, la intensidad del festejo de las 250 personas presentes se hizo sentir. La defensa de la universidad pública estuvo en esos aplausos, en la oportunidad tan bien aprovechada por cada egresado y egresada.
Al finalizar, el conjunto de graduados y graduadas salieron a la avenida para sacarse una foto con el reloj del Centro Cívico de fondo, inaugurando así un nuevo ritual, en el que la ciudad es testigo de estos logros que son individuales y de toda la sociedad al mismo tiempo.
Se entregaron títulos de grado, títulos intermedios y de posgrado. También se destacaron los mejores promedios encabezados por Martín Chávez de la Licenciatura en Letras (9.95), seguido por Cecilia Coviaga del Profesorado en Enseñanza de la Lengua y Literatura (9.50) y Marcos Ocampo de la Licenciatura en Agroecología (9.22).
La apertura del acto estuvo a cargo del rector de la UNRN, Anselmo Torres, quien destacó que “hoy en Argentina estamos atravesando un momento de profunda incertidumbre, con un proyecto nacional que no promueve la innovación ni la producción; una promesa de libertad individual que se sostiene en el vaciamiento del bien común”. Y dirigiendo el discurso a los recientes graduados reforzó: “como egresados de esta universidad pública llevan consigo no sólo el título, sino también la responsabilidad de contribuir a un futuro mejor. Recuerden que el conocimiento no tiene sentido si no se comparte, si no se pone al servicio de los demás”.
Por su parte, el vicerrector de la Sede Andina, Diego Aguiar, enfatizó sobre la misma idea: “ese sueño de tener un futuro es justamente lo que defendieron en las dos marchas de abril y octubre de este año las familias de Argentina, y gracias a eso se consiguió que las universidades logren sobrevivir un tiempo más. Esperamos el año que viene tener un mejor presupuesto para hacer lo que la sociedad necesita de nosotros”.
A su vez, Aguiar destacó que, a pesar del contexto, este año la Sede Andina logró aumentar la cantidad de egresados en un 40% y recordó que desde 2011, año en que se celebró la primera ceremonia de graduación, en la Sede Andina ya se han entregado 1271 títulos.
La voz de los graduados fue representada por Ana Moyelak, licenciada en Ciencias Antropológicas, quien compartió un texto escrito colectivamente por un grupo de graduados: “Esto no es sólo un hito en nuestra vida personal, sino el testimonio de lo que significa ser parte de una comunidad educativa que abraza la diversidad, la inclusión y el compromiso con el conocimiento. La Universidad Nacional de Río Negro es un refugio donde nuestros sueños se encuentran con la realidad. La gratuidad universitaria es un derecho que nos permite soñar sin barreras”.
Los abanderados de la ceremonia fueron: por la bandera nacional argentina, abanderado Pedro Guibourg, primera escolta Enrique Mariotti y segunda escolta Dana Farina Álvarez. Por la bandera de la provincia de Río Negro, abanderada Estela Romaniuk, primera escolta Valeria Bruno Zacarías y segunda escolta Alma Genovese.
Bailaron dos piezas de tango Alberto “Bocha” Zottele, quien dirige el Taller de Tango gratuito que ofrece la Subsecretaría de Extensión de la Sede Andina, junto a María José Aguilar.
Participaron de la ceremonia autoridades, docentes y nodocentes de la UNRN, representantes de otras instituciones de la ciudad, familiares y amistades de las y los graduados.
Comentar