Nicolás Martínez y su equipo de panificación están muy contentos por estas horas, porque lograron duplicar la producción de panes dulces solidarios del año pasado. El total fue de 11.599 y podrían haber llegado los 15.000 si las donaciones no se acercaron al final de la producción, de lo que se desprendió un pedido especial para el año que viene.
Un fuerte apoyo del gobierno rionegrino, motorizado por el ministro Juan Pablo Muena y el gobernador Alberto Weretilneck, y otro de la Municipalidad, aportado por el intendente Walter Cortés, le permitieron este año la producción extraordinaria.
“Hemos logrado una cifra bastante importante, casi el doble que el año pasado. Acá lo importante no es el récord, sino la posibilidad de llegar cada año a más mesas”, dijo Martínez a Noticiero Seis.
Contó que el último empujón los tuvo 17 horas seguidas trabajando en la panificación y el horneado, y explicó que en el momento de empezar a repartir se junta mucha gente de las entidades que reciben los panes, por lo que organiza la entrega con un equipo de trabajo para cada hilera que se forma.
“Estoy muy emocionado y feliz porque esta Nochebuena llegamos a muchas mesas, en especial pienso en las que hay un niño que va a compartir su primer pan dulce con su familia, y un abuelo tendrá el último”, expresó.
Agradeció a los medios que lo acompañaron en la difusión y al “Tata Creador”, que está “en la mente y el corazón de cada uno”.
“Espero que este año llegue con mayor amor por el otro, más solidaridad, trabajo, amistad y moralidad, que cada vez se ve más complicada”, señaló.
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