La búsqueda de una solución a la crisis del sistema de transporte urbano llevó al municipio a profundizar en su idea de cambios a partir de dos premisas: mejoras en el servicio y nuevas obras que apuntalen la nueva modalidad. La presentación forma parte de una ronda de exposiciones que lleva adelante el Ejecutivo municipal. Ya tomaron conocimiento las distintas fuerzas políticas, el sindicato que reúne a los choferes y los concejales. Luego será el turno de las juntas vecinales y la multisectorial por el transporte, entre otros.
El objetivo es claro: lograr el mayor consenso posible detrás de un plan que, aseguran, excede a este gobierno y busca instalarse como una política de Estado que pueda sostenerse en el tiempo. Un intento por dar en la tecla con un tema que generó varios dolores de cabeza a las distintas gestiones municipales.
Una serie de filminas acompañaron la disertación del asesor técnico de la Intendencia, Germán Bussi, y del subsecretario de Planeamiento Juan Miguel del Valle. En ellas se imprimieron datos que ayudaron a delinear el nuevo plan, en el que la prioridad la tendrán las frecuencias con las que pasan los colectivos, consideradas la principal preocupación de los pasajeros.
Según los datos aportados, tomando los registros de 2019, el 47% de los usuarios cuenta con hasta seis servicios por hora con intervalos de 10 minutos entre uno y otro. El objetivo será elevar ese porcentaje hasta el 75% de los pasajeros.
Para Bussi, el alicaído sistema de transporte local tiene algunos puntos fuertes que servirán de impulso para lo que viene. Entre las fortalezas mencionó la cantidad de colectivos disponibles, la poca antigüedad de la flota y la gran cantidad de choferes que permitirán acelerar los recorridos sin detener a las unidades. Estos puntos son los que hacen contrapeso a la cantidad de recorridas, que el consultor definió como “tortuosos”, los kilómetros de calles de tierras y la congestión vehicular que demora las frecuencias.
Esta transformación que propone la comuna, y que estiman será una realidad en este 2020, prevé dos nuevas líneas que harán “recorridos diametrales” desde al Alto hacia los kilómetros y otra en dirección al este de la ciudad. También se eliminarán los nuevos ramales este-oeste y norte-sur para dar paso a varios circuitos que se enfocarán en las zonas más pobladas.
Además se cambiará la circulación dentro de los barrios, con una calle de ingreso y otra de salida que requerirá de manos únicas que acompañen la dirección de los colectivos que pasen por allí. Bussi confirmó que se mantiene vigente la idea de pavimentar sendas de tres metros de ancho, creando carriles exclusivos para los colectivos para que no sufran los efectos del ripio y los baches, y así bajar costos de mantenimiento.
En líneas generales este programa reducirá el número de recorridos pasando de los 22 actuales a 15 en total. De esta manera todos los colectivos recorrerán 414 kilómetros cada jornada en lugar de los 685 que dibujan en la actualidad. La intención es lograr menos kilómetros de calles a cambio de mayores frecuencias.
Boletos subsidiados
Si bien los nuevos recorridos serán el alma de esta propuesta, la confirmación de las tarifas integradas presupone algún alivio para los viajeros frecuentes. Es que los pasos de una línea a otra para llegar a distintos puntos serán compensados dentro de los 90 minutos de iniciado el viaje. De esta manera, el segundo tramo pagará solo el 50% de la tarifa y un tercer tramo solo un 25%.
Todo este panorama quedará dentro del sistema SUBE y cada tarjeta quedará atada a un único usuario para determinar los boletos de integración. Sin embargo aún resta por resolver la baja cantidad de pasajeros transportados ya que solo el 50% paga la tarifa plena, mientras que el 30% cuenta con algún subsidio nacional y el 20% restante cubre a estudiantes de escuelas públicas (18%) y privadas (2%).
Cómo se financia
Tras los lineamientos generales presentados, por segunda vez en seis meses, volvió a surgir el mismo interrogante: ¿cómo piensa hacer el municipio para financiar todo el plan? La respuesta fue la misma que en diciembre del año pasado y apunta al Concejo Municipal. Es que en ese recinto se encuentra vigente el tratamiento del proyecto que establece una tasa a los combustibles, que ya contaría con un principio de acuerdo de los bloques políticos, para alimentar un fondo de obras para el transporte. A ese aporte se sumarán fondos provenientes de otros tributos municipales, que incluso sufrirán un incremento, para terminar de conformar un único fondo de infraestructura por el que se espera recaudar 850 millones de pesos.
De esta manera, y a la espera de un debate legislativo tras la negativa que expresó la Cámara de Expendedoras de Combustibles de Neuquén y Río Negro, el municipio se encuentra en condiciones de avanzar en las mejoras del servicio. Es que en la actualidad la comuna ya cuenta con un fondo de 110 millones de pesos que hoy se utiliza para subsidiar el boleto además de un monto que se traduce en litros de combustible al mes a disposición de la empresa Mi Bus.
En todo caso, la comuna espera resolver cada punto en los próximos dos años aunque los cambios de circulación y las nuevas líneas ya fueron delineados para ser activadas durante el 2020. La puesta en marcha de este sistema fue ligada al tiempo requerido para informar a todos los usuarios de las nuevas rutas. En el medio, aún resta por resolver los atrasos y la escasa llegada de subsidios nacionales para apuntalar a un sistema en el que solo la mitad de los pasajeros paga por viajar.
Comentar