Un caso que comenzó como una investigación por incitación al saqueo en un grupo de WhatsApp terminó revelando crímenes mucho más graves. El fiscal Marcos Sosa Lukman, responsable de la causa, informó que un hombre fue condenado por múltiples cargos, entre los cuales se destacan abuso sexual infantil y la tenencia de material explícito de menores.
La investigación tuvo su origen en una serie de informes generados durante un período de alta tensión en la comunidad, cuando grupos organizados planeaban saqueos en comercios locales. Según dijo Sosa Lukman en Engranaje de Radio Seis, "en base a un análisis que hizo la Unidad Regional 3era, en el momento en que había intenciones de algunos grupos de efectuar saqueos, recibimos un reporte al Ministerio Público Fiscal sobre un sujeto que, a través de su teléfono, estaba incitando a cometer delitos contra supermercados."
Esto motivó una investigación inicial, que culminó con el allanamiento de la vivienda del acusado. Durante este procedimiento, se secuestró un teléfono celular, que fue enviado a la ciudad de Viedma para realizar una extracción forense de los datos contenidos en el dispositivo. El fiscal detalló que en el análisis inicial "se acreditó objetivamente que el sujeto había tenido un grupo de WhatsApp en el que invitó a al menos 158 miembros a organizar saqueos."
Sin embargo, el caso tomó un giro inesperado cuando, en el proceso de revisión de las conversaciones del teléfono, surgieron indicios de la posible comisión de otros delitos. "Esto nos obligó a pedir al juez de garantías que ampliara la extracción forense para investigar la presencia de otro tipo de material", comentó Sosa Lukman.
El nuevo análisis del teléfono reveló una situación aún más alarmante: la presencia de al menos 136 imágenes explícitas de abuso sexual infantil. "Estas imágenes incluían a niñas, niños y adolescentes en situaciones de abuso", informó el fiscal, lo que motivó la apertura de un segundo legajo judicial.
El análisis detallado del contenido fue realizado por una médica forense local, quien clasificó las imágenes según el estadio de desarrollo de las víctimas. Según el informe, "cuando menos, había 49 imágenes en estadio 1, 30 en estadio 2, y así se fueron estableciendo las características de las 136 imágenes en total." Este hallazgo incrementó la gravedad de las acusaciones contra el hombre, quien ya tenía otro legajo abierto en otra fiscalía por otros delitos, en instancia de juicio.
Sosa Lukman también mencionó que el caso se resolvió mediante un acuerdo pleno, en el cual se consolidaron las tres acusaciones. "Se plantea la posibilidad de hacer un acuerdo con respecto a las tres acusaciones y avanzar", declaró.
Finalmente, el fiscal explicó que, en casos de esta índole, las penas se determinan teniendo en cuenta diversos factores, como la gravedad del daño causado, los antecedentes penales del acusado y las normativas jurídicas. "La pena se construye basándose en el inicio de negociaciones con la defensa, que analizan la evidencia y postulan una posibilidad punitiva en base a la escala penal correspondiente", afirmó.
Finalmente, el hombre fue declarado penalmente responsable de los delitos de abuso sexual simple en concurso real con instigación a cometer delitos y en concurso real con tenencia de imágenes de abuso sexual infantil. Se le impusieron 3 años de prisión en suspenso y una serie de pautas a cumplir.
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