Este sábado (21/5) se llevará a cabo el primer abrazo a la comunidad Millalonco Ranquehue, una muestra de acompañamiento al reclamo histórico por las tierras ubicadas a la vera de la ruta provincial 82 que logró el aval de la Justicia. En ese marco es que Marta Ranquehue conversó con Radio Seis acerca de su mirada respecto a una puja que comenzó varios años atrás y no solo remarcó la presencia mapuche en esa zona desde hace más de un siglo sino que recordó que sus antepasados ayudaron al Ejército Argentino.
Marta aseguró que su familia se mantiene en el mismo territorio desde antes de la fundación de Bariloche y contó que, en el arribo del Ejército, los primeros años fueron de un “andar como vecinos”. El vínculo fue tan bueno que, aseguró, “los mayores de los Ranquehue ayudaron a levantar lo que es el cuartel como mano de obra, pusieron sus herramientas a disposición y ayudaron en el trabajo”.
Sin embargo, aquel primer acercamiento habría cambiado radicalmente con el arribo de una nueva jefatura y el desconocimiento hacia la posesión de territorios por parte de la comunidad mapuche: “nos trataron como intrusos”. Desde entonces el conflicto se sostuvo pero con una particularidad: los Ranquehue nunca abandonaron el lugar.
“La sociedad no sabe esa historia porque fueron en otros años, sobre todo la época más dura fue en el último tramo del gobierno (dictadura) militar, muchos abusos, mucho intento de desalojo, porque desarmaban huertas, chacras, corrales, galpones y en la última etapa también las viviendas”, acusó.
Marta aclaró que la comunidad no tiene intenciones de sumar territorio del Ejército sino que solo busca que se le reconozcan aquellas zonas que les habían despojado. “La comunidad siempre ha estado asentada en este lugar que hoy la justicia ha reconocido que tenemos razón en este reclamo histórico, respaldado por documentación”, afirmó.
De hecho, contó que el primer censista de Bariloche, un gendarme de apellido Esquivel, fue quien relevó a su familia en el mismo lugar. “Vale la pena contar que el Ejército el predio que le corresponde lo tiene alambrado, el resto que lo rodea, que dicen que lo administran, tenemos mucho para contar”, advirtió para luego referirse a la tala de especies nativas, la contaminación del arroyo Cascada, la instalación de una pista de motocross y hasta la explotación de una cantera.
Marta insistió en que el lugar que el Ejército tiene para instrucción de sus soldados se encuentra a 5 kilómetros de la comunidad y que el desalojo fue de 514 hectáreas según los números oficiales, y hasta pidió que consulten a los vecinos de los Millalonco Ranquehue si en la zona reclamada ven “a las ovejas de la comunidad o al Ejército haciendo sus instrucciones”.
La charla continuó con los vínculos institucionales que ha logrado esa comunidad. Explicó que interactúan con el Municipio, la Universidad de Río Negro, la Universidad del Comahue y hasta con Salud Pública a partir de la nueva carrera de medicina.
Acerca de la pertenencia de su familia, recordó que en sus tierras se encuentra la Ruca Lahuen donde atienden los machi y hasta una huerta intercultural de la que participan más de 40 familias que no son mapuches pero trabajan junto a la comunidad.
“Lo que hay en común de la mayoría de la gente que se acerca a la comunidad es el deseo de conocer de qué se trata la comunidad o la cultura mapuche y nosotros estamos dispuestos a compartir”, señaló acerca del conocimiento que pasa de generación en generación en la cultura de aquellos pueblos.
Respecto a la actividad convocada para este sábado a las 14 horas, dijo que se trata de un abrazo simbólico en el espacio comunitario. Allí se dispondrá de un micrófono abierto para abrir nuevos debates y de expresiones artísticas.
Por último pidió el cese de la violencia y que la gente entienda que “eligió estos lugares para vivir sin darse cuenta que también eligió ser nuestros vecinos y no nos pueden responsabilizar de eso a nosotros, porque nacimos acá y por varias generaciones estuvimos acá. Estamos en territorio mapuche”.
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