La increíble y conmovedora historia del hallazgo del Helvecia en el Nahuel Huapi

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El vapor naufragó en 1906, sin que hasta hace poco nadie supiera exactamente qué pasó. Dos buzos de Bariloche y un investigador cordobés develaron hace poco el gran misterio del Helvecia y lo describieron hace casi un mes a Radio Seis. Rescataron del olvido a una tripulación de pioneros de la ciudad. El sueño de un productor a quien desde los 8 años su padre le hablaba del barco, y el aporte de la ciencia y la tecnología.

Afiche del documental de Nicolás Mazzola

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Juan Carlos Mazzola fue un buzo y maestro de buzos en el lago Nahuel Huapi, quien más que nada vivió apasionadamente, y transmitió ese amor por la inmersión en el lago a su hizo. Y le habló siempre del vapor Helvecia, que naufragó en 1906 para dejar una herida centenaria en este caserío destinado a trascender.

Meses atrás Nicolás logró un hito histórico, que enorgullece a la memoria de su padre. Luego de interminables horas en archivos, bibliotecas y hemerotecas; infatigables conversaciones, y horas de buceo obsesionado, hizo realidad el sueño inspirado en su padre: encontró intacto, a 30 metros de profundidad, el legendario Helvecia.

“Fue muy loco. Cuando bajé a ver el naufragio, la bajada fue todo un tema. Los primeros metros había mucha polución, partículas de materia orgánica, muy poca visibilidad. Pero siguiendo el cable de la cámara llegué hasta unos 25 metros, donde la oscuridad se empezó a disipar. Estaba conmigo Lucas Bonfanti. Y como en una película apareció la sombra del vapor Helvecia”, relató Nicolás al programa Engranaje de Radio Seis, hace ya casi un mes.

Conmueve escucharlo: “Al verlo me emocioné. Toda mi vida había soñado encontrarlo con mi viejo. A pesar de que él ya no está, cuando encontré el vapor sentí que encontrar el barco era encontrarlo a él”.

Nicolás, con el otro barilochense Pablo Sigüenza y el cordobés Bonfanti son los tres gladiadores de las profundidades que hicieron posible el milagro. Con la productora Acuanauta Films, especializada en una actividad de la que no sobran expertos, y se propusieron la quijotada de encontrar al Helvecia II y hacer un documental,La búsqueda del Helvecia”, que a poco de conocerse ya ganó un premio: el concurso Raymundo Gleyzer, como Documental de la Patagonia.

Fundada oficialmente en 1902, Bariloche era una aldea que latía a ambos lados de la frontera con Chile, los vapores Helvecia y Cóndor eran fundamentales en el transporte de madera y mano de obra entre su costa oeste y el poblado. El Helvecia llegó en 1903 y se hundió apenas seis años después, llevándose la vida de seis personas. Fue una tragedia grande y la primera que golpeaba al caserío, en donde sí se conocían todos y muy bien.

“Como aficionados a la historia y al buceo siempre nos interesó la historia del Helvecia, porque fue la primera catástrofe náutica de proporciones en el lago Nahuel Huapi. Hubo pequeños naufragios, algún bote, alguna víctima. Pero esto era un vapor, uno de dos, lo que en ese momento era muchísimo”, describió Pablo a Radio Seis.

Relató el gran trabajo que hicieron, porque en los libros e informes históricos, “todos los autores que lo mencionaban ninguno se dedicó por completo y además había muchísimas contradicciones. Ni la fecha era precisa, ¡ni el año! No se sabía el lugar del hundimiento, la cantidad de víctimas… un montón de imprecisiones. Iba o venía del Puerto San Carlos. Cómo terminó en el fondo del lago”.

“No sólo fue bucear en el lago hasta que lo encontramos. Antes tuvimos que bucear en archivos, priorizamos documentación original, no podíamos fiarnos de lo que decían historiadores o memoriosos, sino ir a las fuentes directas, documentos oficiales, actas y demás”, agregó.

No había organismos profesionales para ese registro: Parques Nacionales llegó casi treinta años después y Prefectura más tarde. Esto era un Territorio nacional, gobernado desde Viedma, y la autoridad más importante era la Policía Territorial y el Juzgado de Paz.

“También había un consulado chileno. Esto era un caserío alrededor de un almacén de ramos generales”, describió, graficando la dificultad de dar con información fehaciente. Pero hicieron lo imposible.

Bonfanti logró afinar las fechas de llegada del vapor desde Escocia, desarmado y en varios carros, y del naufragio. Ambos sucesos fueron noticias nacionales.

Roberto Tarifeño nos ayudó mucho desde el Archivo Provincial Rionegrino, que nos mandó la colección completa de La Nueva Era, un semanario con mucha información del hundimiento. En el Archivo también había documentos oficiales, un sumario que estaba inventariado pero nunca fue encontrado. Y en el Registro Civil de acá, algunas actas”, completó.

Hasta una causa penal que no viene al caso les ayudó. Supieron que ese día el Capitán Titular del barco, Santiago Pacheco, estaba de licencia por enfermedad.

Todos los muertos eran chilenos, por lo que fue fundamental el cónsul chileno, quien informó a su cancillería los fallecimientos. Y nombró a Nicolás Márquez como maquinista, por lo que dedujeron que era él quien capitaneaba en subrogancia.

Nicolás agrega que también el trabajo les permitió a aquellos pioneros salvados del olvido una pequeña revancha.

“La historia del Helvecia ninguneaba a los tripulantes, diciendo que habían salido a la tarde todos borrachos y que la caldera explotó por negligencia. Pero lo encontramos entero y descartamos la explosión. Además, pudimos dar con los nombres de los tripulantes que la historia había olvidado”, relató el presidente de la productora.

15 octubre, 2024
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