Exploración Brazo Tristeza
Viajar como antes
I
Desde fines del siglo XIX, en cuestiones turísticas, Bariloche y la región del Nahuel Huapi junto a la región chilena de los lagos del otro lado de los Andes, han recorrido un largo camino. Como en todos lados el turismo ha mutado, en parte a masivo y, en parte, a exclusivo. Es poco lo que queda en los intersticios.
A mi entender y por varias razones, la “Exploración Brazo Tristeza”, como la ha llamado su diseñador y protagonista, el montañés Nicolás de la Cruz, es una de esas raras experiencias turísticas que aún hoy nos permiten disfrutar de ambas modalidades, la de deleitarse con la naturaleza en tranquila soledad y lejos del mundanal ruido y la de no estar expuestos a las limitaciones que imponen los precios de la exclusividad. Por razones logísticas el barco es grande y cómodo y sólo está habilitado para 15 pasajeros por el PN, algo que facilita el encuentro. Además, el paseo transcurre por paisajes prístinos y poco visitados del PN e incluye una caminata de 40 minutos a la cascada Frey por un bosque salvaje y poco visitado. Finalmente, el organizador y guía acompañante a lo largo del derrotero, Nicolás de la Cruz, es un lugareño con historia que deleita a los visitantes con entretenidas anécdotas y relatos de la región. La experiencia es familiar y podría citar a Nico cuando dice que el Kaiken, mientras navega sobre el Nahuel, es un “único living flotante de paisaje variable”. Tiene razón, es amplio, cómodo, e invita al diálogo, a la lectura de mapas y al disfrute del paisaje.
Como experiencia cultural, el paseo permite a los viajeros ingresar a un umbral que transcurre entre el pasado y el futuro de esta tierra percibiendo así lo que alguna vez fue una vida más apacible. Es una excursión de ritmos pausados que transcurre lejos del mundanal ruido.
II
Durante la última navegación tuvimos la posibilidad de charlar con Nicolás. Reproducimos aquí algunos conceptos que, entre locales, siempre despierta recuerdos, anécdotas y algunas evocaciones.
A la pregunta de cuál era su relación con el lago ya que los conocedores de la región vinculan el nombre de su familia con la montaña nos responde que “si, “en realidad somos montañeses, pero antes de esa actividad, a los 14 y 15 años, hice mucho Kayak con un grupo de barilochenses, entre los cuales estaban Omar Bauer, Juan Carlos Botinelli y los hermanos Sánchez, entre otros”.
Nos cuenta que conoce el brazo del lago desde chico y que realiza la excursión actual desde el año 2011. En cuanto al nombre explica que “la nombré Exploración Brazo Tristeza porque quería que los visitantes se sientan exploradores, que descubran el lugar. El viejo sendero restaurado que lleva a lo largo del bosque a la cascada Frey es un lugar virgen, prístino, poco visitado y despierta curiosidad, expectativita, sorpresa. La paradoja es que del brazo Tristeza vuelvan contentos. La relación entre montañistas y la navegación siempre existió, tal vez un velero sería lo ideal porque da más autonomía, sería más afín al espíritu del andinista. Sin embargo aquí, en un barco con mesas y una linda cocina, yo me siento como en un refugio flotante. Fui refugiero en el Frey durante 15 años (1992-2007) Hay un hilo conductor. Ahora soy un refugiero en el lago. Sigo guiando en el bosque y sigo sintiendo la misma emoción que siento en la punta del Tronador. El lago impone muchos desafíos mucha dedicación, igual que los refugios. Seguimos en la misma.
Además”, aclara, “este proyecto nació en la cumbre de la ajuga Lührs del cerro López, escalando con amigos, cuando uno de ellos me preguntó si me gustaría hacer algo con un barco en el Nahuel. Finalmente armé el proyecto y mi amigo desapareció Me pareció tan lindo que valió la pena intentarlo, hacer Conocer el lago para aquellos que no tienen bote. Digamos que la idea nació en la montaña. Además, el Brazo Tristeza es una navegación en la montaña, dentro de la montaña. Al final no me fui a ninguna lado, baje de altura nomás, 760 metros va bien. De lo sólido pase a lo liquido. Es Interesante la dinámica del lago, como sube, como baja, sus vientos.
Durante la exploración también hay encuentros con animales como la garza bruja, murciélagos, polillas gigantes, cóndores. En invierno solemos encontrar rastros de felinos en la nieve, del gato huiña. Hay zorros, jabalíes”.
III
Zarpar de Bahía López es revivir otras épocas, cuando este pequeño puerto de salida a la producción de la Colonia Suiza representaba refugio y protección a los vapores que circulaban en el Nahuel Huapi ya que fue precisamente el agua de los ríos y de los lagos la red obligada de comunicación de la región durante las primeras décadas de la colonización europea, aquí y del otro lado de la Cordillera.
Fue este rincón del lago, también, el final y comienzo del osado proyecto del último tramo del “Camino Internacional” a Chile que, serpenteando a lo largo del brazo Tristeza y a través del Paso Deseado, iba a conectarse con el extremo sur de Lago Frías para, desde allí, finalmente cruzar los Andes hacía el valle del Casa Pangue. Al recorrer el brazo es difícil imaginarse la realización de un proyecto tan audaz.
En cuanto a lo natural tampoco podemos olvidar que en un sentido geológico, el fiordo que se navega, al igual que el Brazo Blest, fue no hace mucho tiempo una lengua de glaciar que descendía desde el Tronador hacia el Glaciar Nahuel Huapi, que se extendía hasta las planicies del este de la ciudad. La erosión glaciar todavía se observa en las laderas de las montañas. Adjuntamos algunos diagramas del Museo de la Asociación Paleontológica Bariloche que ilustran estos conceptos. (1)
En síntesis es un viaje para contemplar, disfrutar, conversar y aprender. Como los de antes. Quedan pocos.
Notas:
- Como buen complemento a la excursión, además del Museo de la Patagonia en el Centro Cívico, sugerimos una visita al Museo de la Asociación Paleontológica Bariloche. Los esquemas de la glaciación que adjuntamos a las fotos corresponden a un panel del Museo.
https://www.facebook.com/museopalentologico/
Más información:
https://www.facebook.com/brazo.tristeza/?ref=br_rs
Excursión lacustre de 5 horas incluyendo una caminata de 40 minutos a la cascada Frey y almuerzo a bordo con cerveza artesanal-. En temporada frecuencia diaria en otras estaciones del año consultar.
Comentar