Un nuevo reconocimiento de tierras a una comunidad mapuche terminó por hacer que el municipio elevara una queja ante el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI). Se trata del primero de los reclamos formales que realiza el intendente Gustavo Gennuso respecto a esta temática, aunque advirtió que desde 2012 es testigo de un “importante avance” sobre las tierras del Ejército Argentino en Bariloche.
El caso tomó especial interés para el municipio tras la resolución 43/2021 del INAI que conduce Magdalena Odarda. En ese texto se informa de una relevamiento que permitió al gobierno nacional reconocer la ocupación “actual, tradicional y pública” de la comunidad Celestino Quijada sobre 304 hectáreas en la ladera sur del cerro Otto. Sobre ese punto es que la comuna inició una impugnación y un pedido de nulidad.
La presentación, que también lleva la firma de la asesora letrada Mercedes Lasmartres, acusa “vicios” en el proceder del organismo nacional y menciona que el trámite fue realizado en forma “unilateral” sin dar participación al gobierno provincial ni a la comuna, especialmente porque el reconocimiento abarca también a lotes de dominio municipal.
Gennuso, quien fuera asesor de Odarda en el Senado en 2014, se quejó porque entendió que el Estado Nacional amenaza el “patrimonio común” de la ciudad y, parado sobre la legislación local, agregó: “cabe enfatizar que como Intendente de esta ciudad tengo el deber de defender los intereses de toda la comunidad de San Carlos de Bariloche y su patrimonio público y privado”, sin dejar de lado que también debe “garantizar el respeto a la identidad cultural y a la preexistencia de los pueblos originarios de la región.
La resolución del INAES fue naturalmente celebrada por la Lof Celestino Quijada. Es que el reconocimiento no solo establece límites cartográficos a su posición sino que además llevó a la Justicia Federal, a través de un dictamen del juez subrogante Gustavo Zapata, a zanjar una discusión de larga data con el barrio privado Arelauquen, vecino de los Quijada, para restablecer un paso peatonal entre el predio de la comunidad mapuche y el barrio Unión.
”Se privó al Estado Municipal de participar en el expediente administrativo, y de acreditar en el mismo el derecho de dominio y uso de su propiedad como así también en general de toda el área de la ladera sur del Cerro Otto, lugar emblemático de la ciudad”.
A través de un comunicado público, los integrantes de la Lof acusaron a la empresa de haber alambrado parte del territorio comunitario y de bloquear ese paso “poniendo en riesgo la subsistencia de nuestra comunidad”, dijeron sobre el tramo que se conoce como “camino de los álamos”.
Sin embargo, para Gennuso el planteo no es tan lineal. En su pedido de nulidad, hace hincapié en que no exista una norma que le dé al relevamiento del INAI carácter de censo o mensura, y que tampoco otorga título de propiedad sobre la tierra. Para el Intendente, el gobierno nacional debe dar participación a provincias y municipios para evitar futuros conflictos, más aún con una zona de la ciudad a la que describió como de uso “turístico, recreativo, deportivo y cultural por toda la comunidad y sus visitantes”.
“Se privó al Estado Municipal de participar en el expediente administrativo, y de acreditar en el mismo el derecho de dominio y uso de su propiedad como así también en general de toda el área de la ladera sur del Cerro Otto, lugar emblemático de la ciudad”, señaló y opinó que no corresponde reconocimiento alguno a los Quijada hasta que se convoque a todas las partes y porque “se advierte que no tienen una ocupación tradicional de las tierras reclamadas”.
El Ejército Argentino tiene posesión sobre 3.604 hectáreas en Bariloche, el 16% del ejido urbano.
Respecto a los conflictos que se dan a partir de las intervenciones del INAI, mencionó el reclamo de la comunidad Millalonco Ranquehue, sobre tierras que forman parte del proyecto Parque Central que abarcará 3.500 hectáreas en la zona oeste, y de las comunidades Huala We y Tambo Báez en tierras que le reconoce al Ejército cerca del lago Moreno y el arroyo Casa de Piedra.
Gennuso también realizó un particular análisis sobre un “importante avance sobre tierras del Ejército Argentino” a partir del 2012. Según entendió, en esas zonas se dan “ocupaciones y reivindicaciones” en forma sistemática y por parte de comunidades mapuche reconocidas “en fechas prácticamente recientes” y que, explicó, “no han detentando la posesión tradicional, continuada y pacífica de las tierras que pretenden reinvindicar”.
El otro reclamo
Pero esta no es la única respuesta que provocó la resolución del INAI y el fallo del Juzgado Federal de Bariloche. Los representantes legales del Arelauquen Golf & Country Club también avanzaron en una queja, una recusación con causa, pero contra la participación del juez Gustavo Zapata.
Sin entrar en el análisis de la cuestión de fondo, los abogados de la firma buscan que se remita el expediente al juez que sigue en el orden de turno ya que, entendieron, el juez federal debería haberse excusado de tomar la causa por el acceso peatonal que reclaman los Quijada, porque el padre de Zapata se encuentra casado con una accionista y dueña de un lote dentro del barrio privado. Además revelaron que, tanto el juez como su padre, cuentan con autorización permanente para ingresar al predio de Arelauquen.
Para los abogados, esta circunstancia hace que peligre la “imparcialidad e independencia” del juez y entendieron que corresponde separarlo del proceso, afectando también a la reciente resolución que habilitó el uso del “camino de los álamos” que une el territorio de los Quijada con el barrio Unión por la ladera del cerro Otto.
“Tal circunstancia afecta significativamente la imparcialidad e independencia del Juez Subrogante, en tanto se enfrentará a decisiones que en definitiva podrían acarrear un beneficio o un perjuicio personal y económico a su padre”, comentaron acerca de un caso que, anticiparon, podría llegar a la Corte Suprema de Justicia y así poner un freno a la petición de la comunidad mapuche que además obligó a frenar una serie de obras que impulsaba Arelauquen en la zona en conflicto.
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