En diálogo con Radio Seis el dr. en Biología Juan Manuel Pérez Sáez, investigador del Conicet y la Fundación Sales, informó que la Mielofibrosis "es una especie de cáncer que se origina en la médula ósea, el órgano que genera las células de nuestra sangre". Explicó que hay diferencias de mutaciones o errores en las células "que por lo que entendemos hasta ahora ocurren en la juventud y pasan desapercibidos", pero "cuando uno llega a una edad avanzada empieza a tener otro tipo de implicancias". Señaló que al prinicipio se ve como disminución en glóbulos rojos o blancos y luego se empieza a generar una especie de cicatriz que impide que las células que se producen en la médula lleguen a la sangre. "Al mismo tiempo el bazo o el hígado intentan compensar la falta de glóbulos".
Comentó que "desde nuestro laboratorio, a través del Conicet, apoyados por la Fundación Sales estamos trabajando en la generación de herramientas contra el cáncer". Esta enfermedad es muy estudiada en el laboratorio de Oxford con el que colabora el laboratorio del dr. Rabinovich. Se detectó que una de las causas que generan esta fibrosis en edad avanzada, está relacionada con una sobreexpresión de la proteína Galectina 1. Desde Oxford se contactaron con el laboratorio argentino porque tenían anticuerpos para esa proteína y "se generó un trabajo colaborativo".
Explicó que con el trabajo que llevan a cabo advirtieron que cuando empieza a haber una falla en el recuento de glóbulos hay indicios que permiten pensar en esa enfermedad y "dilucidamos en el trabajo que un aumento de Galectina 1 podría ser un marcador predictivo de la Mielofibrosis".
Manifestó que estaban buscando "cómo evitamos la fibrosis" y al advertir su relación con la Galectina 1 se trabajó para disminuirla. Tras algunas observaciones planteó que los resultados fueron elocuentes y "es muy impresionante cuando como resultado tenés algo gráfico", comentó. Entonces se hizo un análisis de muestras de pacientes y se analizó el componente de las proteínas de esa médula de personas enfermas con la de personas sanas y se vio que había un aumento de Galectina 1 mucho antes de verse la fibrosis. Se planteó como una posibilidad de marcador predictivo. De todos modos aclaró que es todo experimental y hay que seguir desarrollándolo, pero explicó que el trabajo en su parte inicial cumple con dos requisitos: detectar una proteína que puede ser un marcador predictivo de la enfermedad y el bloqueo de esa proteína durante el desarrollo de la enfermedad la retrasa o evita, "no es que la cura pero evita que se origine la fibrosis alrededor de la médula".
Tras cinco años de investigación comentó que para este tipo de cosas hay una primera etapa académica, como fue la relación de este laboratorio con la universidad, para dilucidar de qué se trata la enfermedad y cómo se puede detectar, luego empieza a haber un flujo de fondos para potenciar el desarrollo para que se convierta en un medicamento a futuro.
Indicó que antes de la relación con Oxford se desarrolló la herramienta para otro tipo de tumores y se generó una empresa de vinculacíon tecnológica con el Conicet, la idea es salir a buscar los fondos para desarrollar las fases clínicas. Explicó que son las pruebas en humanos a muy pequeña escala para ver si ese desarrollo que uno consiguió en el laboratorio se puede aplicar como cura. Se hizo la instrumentación para que ocurra y ahora se están consiguiendo fondos para las etapas productivas.
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