"Gran parte de esa pasión la volqué en el ferrocarril, básicamente porque me sentí atrapado por un mundo diferente", contó en diálogo con Radio Seis y agregó que "es un mundo aparte, se genera un sentido de pertenencia".
Fanáticos del Ferrocarril se reúnen a contar historias y compartir anécdotas. "Cada uno tiene diferentes enfoques de la historia, hay quienes llevan una meticulosa trayectoria de cada una de las locomotoras, pero lo que más me llama la atención es la parte humana, por eso siempre trato de rescatar a ese ferroviario que cada uno de ellos lleva adentro".
Contó que el quincho de su casa ha pasado a llamarse rincón ferroviario, "los junto a comer y son almuerzos que duran hasta las 8 o 9 de la noche, porque las anécdotas surgen como un manantial, las risas, los recuerdos, y esas cosas no tienen precio.
En cuanto al viaje que emprenderán este jueves, cuenta que esta historia nace junto a "quien va en mi zorra, César Guillén, del cual soy copiloto, que es un ferroviario con 40 años de actividad, hijo de ferroviario, y Carmelo, dueño de la
otra zorra, que "ha recuperado una zorra que era una ruina".
Afirmó que sólo piden que se reactive el tren, sin ningún tipo de bandera partidaria ni gremial. "Es genuino, no tenemos aporte de nada, tenemos el inmenso aporte de los lugares donde vamos", expresó y destacó que "eso no tiene precio, te tratan como en tu casa".
Destacó que el desafío es poder ir por todos los lugares y hablar con los pobladores de los distintos parajes, que seguramente llegaron de la mano del ferrocarril y se quedaron a vivir. "A quienes pretendo entrevistar en este camino", contó, para reunirlo luego en un libro que está escribiendo sobre la historia del ferrocarril.
Estimó que llegarán a Bariloche entre el 6 y 7 de diciembre.
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