El intendente Walter Cortés decidió romper el silencio que originó el primer traspié del oficialismo en el Concejo Municipal. El jueves buena parte de la oposición no dio quórum a la sesión extraordinaria y el proyecto para lograr que la comuna quede bajo una emergencia económica, financiera, fiscal, de servicios y habitacional no fue tratado.
Este viernes los funcionarios municipales ocuparon los asientos disponibles en el auditorio de la sala de prensa del Centro Cívico. En ese lugar el Intendente Municipal ofreció una conferencia en la que prácticamente no existieron críticas a los bloques opositores y, en cambio, prefirió brindar un panorama, por momentos lamentable, del estado de situación en el que se encuentra el Municipio.
Cortés buscó restarle dramatismo al proyecto de ordenanza y lo resumió a “nada más que seis hojas de doble cara” que habrían sido extraídas, en buena medida, de la ley de emergencia del Gobierno de Río Negro “pensando que si en la provincia se votó esto tan parecido por qué no votarlo acá”. Además confió que la norma brindará herramientas para resolver las complicaciones que trae la abultada deuda pública.
También justificó la necesidad de una emergencia vial por el estado de las calles y el daño que genera en los colectivos del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP). En ese marco se refirió a la creación de un fondo para hacer asfalto en los barrios y ayudar a la conectividad de la ciudad. Fue en ese párrafo en el que adelantó que además de Cacique Prayel, abrirá una calle para unir Brown con los barrios del Este y la concreción del ansiado puente de la calle Wiederhold y dar otra salida hacia la ruta de Circunvalación.
Acerca del apartado que refiere a lo habitacional, recordó que el Municipio cuenta con más de 5.000 solicitudes pero también dijo que el problema es que en Bariloche no quedan tierras fiscales, por lo que la declaración de emergencia lo habilitaría a negociar con los desarrolladores y lograr unos 2.500 lotes sociales.
“De eso se trata, no hay nada más”, garantizó a pesar de los cuestionamientos que sufrió el proyecto sin ser tratado en el Deliberante. Cortés entendió que los concejales de la oposición “deberían acompañar” al Ejecutivo para resolver varias cuestiones de manera urgente “y no para tres meses o cuatro”. Incluso advirtió que en caso de que las cuentas municipales sean embargadas, “se nos caen un montón de situaciones como los salarios, el transporte, porque dependen en su gran mayoría de los aportes municipales”.
Tras aquel discurso llamó “a la reflexión” a los seis concejales que no acudieron a la sesión. “Sé que no son mala gente, si hay alguna diferencia lo podemos charlar, cambiar”, aseguró en un intento por tender puentes a la oposición. Luego confirmó que el próximo miércoles volverán a poner sobre la mesa el proyecto de emergencia para que sea aprobado ese mismo día.
“Que se pongan una mano en el corazón, si hay alguna diferencia en el proyecto lo podemos hablar, pero que nos acompañen porque sino hay caprichos políticos que no deberían interceder en una situación tan grave”, analizó y dejó en la conciencia de cada concejal “si está bien o está mal” la decisión tomada horas atrás.
Sobre el final Cortés dijo que el perjuicio “siempre se lo llevan los más humildes y esa es la tristeza que tengo yo”, por lo que reiteró un sentido pedido de acompañamiento para que los seis ediles “estén a la altura de las circunstancias y que me ayuden”.
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