En un contexto dominado por el escaso acceso a la red de gas natural, inviernos prolongados de frío extremo, veranos secos con alto riesgo de incendio de la masa boscosa, y la necesidad de reemplazar combustibles fósiles por opciones sustentables, muchas veces las familias patagónicas se preguntan por la mejor forma de calefaccionar sus hogares. ¿Es una estufa rocket la indicada para una vivienda? ¿Es necesario instalar un dispositivo de combustión lenta o rápida? ¿La autoconstrucción es una opción válida? ¿Qué uso se adapta mejor a la dinámica de cada hogar? ¿Cuál es mantenimiento adecuado de este tipo de tecnología?
Para colaborar en este proceso de toma de decisiones, Bioenergía Andina desarrolló el Manual de Estufas Patagónicas. “Nuestro objetivo es que el manual se constituya en un instrumento de consulta accesible para la población”, señaló Erio Schweickardt, co-director de Bionergía Andina. Para que, de esta manera, al momento de elegir una estufa a leña, “tomen decisiones que se ajusten a la realidad de cada vivienda y de su localidad”.
Por su parte, Germán Martinez, Director de Tecnología del programa, agregó que “la mejor estufa no es la más grande ni la más cara. Es aquella que se adapta a las dimensiones y rutinas de las viviendas, y al tipo de combustible al cual se tiene acceso”.
En este sentido, los habitantes de la Patagonia Andina necesitan conocer con que recursos cuentan, el rendimiento de las estufas, las características de los ambientes, y sus propios hábitos de uso para tomar decisiones racionales al momento de calefaccionar una vivienda. No todos los espacios o familias necesitan el mismo tipo de estufa. Para ello, el manual amplía el conocimiento disponible sobre los diversos modelos de estufas a leña, comparte buenas prácticas de uso y promueva un uso racional de la biomasa –a partir de restos de poda esta tecnología– en estufas de alto rendimiento.
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