Según el reporte emitido el 24 de octubre, desde el 16 de octubre los parámetros de monitoreo del volcán Copahue han registrado cambios en la actividad superficial, con episodios de intensificación de la incandescencia observada, con una potencia máxima el 19 de octubre. Al mismo tiempo, desde el 17 se observó emisión de ceniza a la atmósfera. Las alturas de la columna de gases se encuentran en niveles moderados, es decir, no superan los 300 metros desde el nivel del cráter.
Señala el informe que sísmicamente la actividad no ha tenido mayores cambios, pero a partir del 15 se registra un alza leve pero evidente en el valor de la energía de la señal sísmica continua, aquella señal denominada tipo tremor.
De este modo se observa para el volcán una actividad por encima de su nivel base. La presencia de aspectos tales como columna de gases y emisión de piroclastos, abatimiento del lago cratérico y anomalías térmicas y satelitales evidencian características de una mayor actividad. Además, la incandescencia y los altos valores en la concentración de gas SO2, sugieran una mayor participación en el sistema magmático del volcán.
Si bien al momento de envío del reporte la actividad había disminuido se considera que el actual escenario puede tornarse inestable nuevamente y, por lo tanto, son esperables explosiones en torno al cráter y la continuidad en las emisiones de material piroclástico como se ha observado en ciclos anteriores.
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