El colectivo Periodistas Argentinas (PA) alertó ayer sobre una “escalada significativa” de ataques en redes sociales contra mujeres periodistas en Argentina, marcando una preocupante tendencia en la que las agresiones provienen mayormente de cuentas verificadas y ligadas al oficialismo. Según PA, estos ataques, caracterizados por su virulencia y organización, son iniciados o amplificados por figuras del entorno gubernamental y tienen como uno de sus principales impulsores al presidente de la Nación, Javier Milei, quien retuitea desde su cuenta personal en la red X (anteriormente conocida como Twitter). La periodista Mónica Gutiérrez habló al respecto con Radio Seis.
Durante una conferencia de prensa llevada a cabo por el colectivo, se destacó que estos ataques no solo se limitan a cuestionamientos sobre el trabajo periodístico, sino que buscan directamente descalificar a las mujeres comunicadoras y afectar su credibilidad. “En Argentina, en los últimos meses, se ha observado una escalada significativa de trolling contra mujeres periodistas, pero con una particularidad: las agresiones provienen principalmente de cuentas verificadas y de integrantes del dispositivo de comunicación oficial, quienes utilizan sus cuentas personales en redes sociales (especialmente las de X) para multiplicar mensajes que descalifican y desacreditan la credibilidad de estas comunicadoras”, señala el informe difundido por PA.
En diálogo con el programa Busca2 de Radio Seis, la periodista Mónica Gutiérrez, una de las voces más reconocidas del país, brindó su opinión sobre este fenómeno. Aunque aclaró que no forma parte del colectivo Periodistas Argentinas, expresó su apoyo y reconoció la gravedad de las agresiones. “Creo que el operativo que hay desde el oficialismo no es un operativo sobredireccionado a las mujeres. Creo que es mucho más amplio, que es hacia el periodismo profesional en general. No estoy hablando de periodismo independiente, sino de periodismo profesional”, dijo Gutiérrez, al tiempo que subrayó que este tipo de ataques son parte de una estrategia coordinada por el gobierno para desacreditar a los medios y periodistas que cuestionan sus políticas o decisiones.
Para Gutiérrez, estas campañas de agresión en redes sociales son un claro reflejo del uso de las nuevas tecnologías para intentar controlar y moldear la narrativa pública. “En general, no es atado a algo que hayas dicho, a un contenido específico, algo que hayas dado a conocer. La manera en que actúan los oficialismos y los organismos de inteligencia va variando al compás de las nuevas tecnologías”, explicó, poniendo de relieve cómo el entorno digital modificó las formas de ejercer presión sobre el periodismo.
Mónica relató un episodio reciente que vivió en primera persona durante una participación en el programa de Mirtha Legrand, donde tuvo un fuerte enfrentamiento con el actor Alfredo Casero. A partir de este hecho, comenzó a ser blanco de una agresión sostenida en redes sociales. “Primero vino la golpiza digital, e inmediatamente después, un periodista español dueño de La Derecha Diario aparece en la conferencia de prensa de Adorni y le pregunta al vocero presidencial qué piensa de la periodista ensobrada, que vengo a ser yo que estuve en el programa de Mirtha Legrand”, contó. “No creo que sea una pregunta para hacer en una conferencia de prensa a un vocero presidencial a las 10 de la mañana”, comentó en referencia al tono y contexto de la consulta, que interpretó como un intento deliberado de descalificarla.
La periodista también señaló que no solo los trolls digitales participan de estas campañas, sino que el mismo gobierno se encarga de difundir contenido malintencionado en sus propias plataformas. “Por la tarde de ese lunes de agosto, la vocería presidencial editó ese momento vibrante de la conferencia de prensa del ahora ministro Manuel Adorni, y esas piezas digitales fueron levantadas. Yo las vi en Instagram y probablemente también en TikTok, en la cuenta de la vocería presidencial”, relató Gutiérrez. A pesar de esto, afirmó que no logró tener una conversación directa con Adorni sobre lo sucedido, aunque expresó sus quejas mediante escritos.
Desde PA también remarcaron el impacto que estos ataques están teniendo en la vida profesional de las periodistas afectadas. Muchas de ellas han decidido alejarse de las redes sociales o limitar su uso para evitar el constante acoso. “La violencia escala tanto y tan rápido que deciden alejarse de las redes o no responder. Algunas decidieron usar sus redes sociales de manera unidireccional, solo para informar a su comunidad, pero sin mantener interacciones. No creen que sea personal, aunque sí disciplinador”, expresaron desde el colectivo. Este aislamiento digital afecta también la relación con fuentes oficiales, lo que complica el ejercicio del periodismo y la posibilidad de obtener información de primera mano de funcionarios y representantes del gobierno.
Gutiérrez también advirtió sobre el uso de tácticas innovadoras por parte del gobierno para desacreditar a los periodistas, enviando a los medios a personas que buscan generar conflictos. “Lo grave no es lo que preguntó el periodista español. Por eso hablé de mi caso, porque tengo la certeza de que son campañas orquestadas y financiadas desde el oficialismo”, aseguró la periodista.
En relación con su propio bienestar, Gutiérrez fue enfática al señalar que estas agresiones no logran intimidarla, aunque reconoció que pueden tener un impacto emocional en otras personas. “Asustarme, no me asustan. Al principio te genera una especie de conmoción que el presidente en cuarenta oportunidades retuitee capturas de pantallas que me hizo el kirchnerismo en el año 2015. Son torpes, son burdos. Estas movidas son feas, son burdas. A alguna gente la puede perjudicar más que a otra”, comentó.
A modo de reflexión final, Gutiérrez destacó la importancia de mantener la libertad de expresión y no ceder ante las presiones, incluso cuando la violencia se intensifica. “No estoy angustiada, no me importa nada. Porque gozo de algo que es libertad personal, libertad interior, libertad de pensamiento, libertad de análisis y libertad para moverme por la vida”, afirmó con determinación.
“También, es hora de que empiecen a discriminar pauta de sobre. Porque la pauta está asignada oficialmente, pero sobre es otra cosa. Yo no solo no he recibido sobres, sino que he dejado pasar publicidades privadas que consideraba que no me venían bien. Perdí plata, perdí contactos y perdí amigos, porque a veces esas cosas incomodan, pero la verdad es que he llegado hasta esta etapa de mi carrera sin tener que rendir cuentas a nadie, ni tener que pedir disculpas por nada”, concluyó.
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