Agustín fue escrachado falsamente en las redes sociales y entró en una depresión que lo llevó a tomar una decisión terrible. "Mi hijo como tantos otros chicos era un ser muy sensible y a raíz de esto se desequilibró emocionalmente hasta llegar al punto de tomar esta decisión que nos sorprendió a todos", expresó con dolor Silvina Castañeda, la mamá del adolescente que se quitó la vida tras ser escrachado. Apeló a la solidaridad de la gente para que "no haya otros Agustines, porque hay muchos chicos sensibilizados, solos, sin contención, que pueden ir por la misma vía y no está bueno".
Resaltó que su hijo siempre participó en marchas junto a profesores, alumnos y mujeres, "era un chico combativo, que apoyaba mucho a las mujeres en la lucha de sus derechos". Contó que participó de una marcha y en ella gritaron su nombre y "quedó estupefacto, atinó a correr a casa, llegó desesperado, me cuenta lo que le había pasado, cuando vamos a buscar la publicación ya se había viralizado, tomé contacto con esta chica, recapacitó, teníamos un afecto muy grande con ella, pidió disculpas rápidamente para tratar de frenar todo".
Comentó que le pidió disculpas a su hijo y él las aceptó porque ellos se querían mucho pero "aún así buscaba frenar que se siguiera viralizando su escrache, porque la gente toma el escrache como un ejemplo, un castigo ejemplar, pero las disculpas no se viralizaron de la misma manera y quedó en suspenso".
Su hijo estuvo muy mal y ni siquiera quería comer y empezó a ver que los adultos eran responsables de esto. Lamentó que ningún adulto se acercó ni le ofreció una disculpa. Ella lo habló con algunas personas y señaló que el enfoque se perdió de vista y "se fue hacia esta chica y no hacia los responsables que somos nosotros, los adultos, por haber incitado a chicos que necesitan contar su verdad y buscar justicia, pero faltó una herramienta fundamental que es la contención hacia esas personas".
Según comentó, una referente de estas organizaciones le ofreció que en la próxima marcha su hijo marchara junto a ella como para que fuera visto por la gente. Señala que lo vio como "una buena idea en el silencio que había, no pretendía una marcha antiescrache, pero se merecía las disculpas de los adultos. Los problemas entre chicos siempre van a existir pero acá hubo un aval entre adultos que no se involucraron en algo tan grave que puede seguir pasando", lamentó.
Apeló a la sociedad y la justicia, "no por mi hijo, porque no me lo va a devolver nadie, pero sí justicia por los jóvenes que lo necesitan, están desamparados, llegan a un limite donde van a gritar y ese grito se muere en una plaza, se los incita a hacer un paso gigantesco que puede desmoronar a cualquier persona, después qué pasa con eso", planteó.
"Todos sabemos que hay listas de chicos escrachados", lamentó y señaló que "es jugar con algo muy peligroso y desequilibrar nada más ni nada menos que a la juventud".
Manifestó que "con esta situación me pasa que quiero pedir que se tome conciencia, tiene que existir un límite en esto, no se puede llevar a los chicos a esas instancias, a esa desidia, porque terminamos corrompiéndolos igual, no es sano, no es una herramienta útil para formar adultos íntegros".
Sostuvo que "se desvirtualizó y puede jugar en contra de la verdadera lucha que mi hijo amparaba y defendía que es el derecho de expresarse libremente, antes que nada, y buscar la justicia, lo principal que pedimos como padres, como familia, como ciudadanos, tenemos que tomar conciencia y se tiene que acabar esto, esas listas son listas negras donde nadie se está fijando si está su hijo, no está su hijo, si su hija sufrió un abuso", consideró que hay un abandono a los chicos y "la realidad es mucho más profunda, hay un vaciamiento terrible de justicia, no hay aval en nada, pueden haber más Agustines, lamentablemente, si no frenamos esto como sociedad".
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