(Bariloche2000) - La madre de Néstor Soto, el joven barilochense acusado del homicidio de Catalina Gutiérrez, habló públicamente por primera vez desde que su hijo fue detenido. En una entrevista exclusiva con El Seis TV, Jeannette expresó el dolor y el impacto que la tragedia tuvo en su vida y en la de su familia, a la vez que compartió reflexiones sobre la importancia de la salud mental y el rol de las instituciones educativas en el acompañamiento de los jóvenes.
“Viajo para estar con la abogada, ver la situación. Es durísimo, muy angustiante”, comenzó diciendo Jeannette, quien confirmó que estará en Córdoba durante la segunda quincena del juicio. Con voz quebrada, confesó que su vida cambió por completo: “Pasé de tener un hijo con sueños, con proyectos, que hoy se cayeron. Mi vida cambió para siempre desde esa llamada. Hoy tengo que enfrentar lo que me toca vivir y continuar, tratar de estar fuerte, pero cuesta mucho”.
Según explicó, la situación carcelaria es extremadamente difícil. “La cárcel es un espanto, un infierno. Mi hijo no tiene antecedentes, ni una causa, ni una denuncia. No odia a las mujeres, al contrario, me acompañaba a las marchas, ama a su mamá, a su abuela y tiene muchas amigas”, agregó en una reflexión sobre el accionar de Soto.
Sobre el episodio que terminó con la vida de Catalina Gutiérrez, Jeannette sostuvo: “Lamentablemente, cuando le pasó esto a Néstor, estaba esta niña, pero podría haber sido él mismo. Estaba mal él. Los psicólogos me dicen que podría haberse suicidado o podría haber sido otra persona”.
La madre del joven también apuntó a la falta de contención emocional como un factor crítico. “Lo triste es no haber podido llegar a tiempo o que él haya podido pedir ayuda, o yo darme cuenta, o que la universidad tuviera un plan de contención para los jóvenes. Con el diario del lunes, uno se replantea un montón de cosas”, reflexionó.
En el relato de Jeannette quedó claro que el acto cometido por su hijo, no solo destruyó la vida de Catalina y su familia, sino también la de su propio entorno. “Mi vida es un infierno. Tengo psicóloga, psiquiatra, estoy medicada. No alcanzo a entender cómo llegamos a esto. Vivir tranquila nunca más, porque tengo a mi hijo preso”, afirmó.
La vida de Catalina Gutiérrez, de 23 años, terminó de manera brutal en julio pasado. La joven cordobesa fue encontrada sin vida dentro de un Renault Clio, estacionado en un descampado sobre la calle Pedro Echagüe 3900, en el barrio Ampliación Kennedy, de la capital cordobesa.
El informe forense determinó que Catalina murió asfixiada por estrangulamiento tras haber sido golpeada violentamente. Su asesinato conmocionó a la comunidad y dejó un profundo dolor en su familia y seres queridos.
La madre de Néstor expresó su deseo de que esta situación sirva como aprendizaje para la sociedad. “Ojalá esto sirva para que se armen planes de contención para todos, pero especialmente para los hombres. He llegado a la conclusión de que los hombres no pueden sufrir, no tienen contención. Ir a un psicólogo está mal visto, como si fuera debilidad. Y no lo es, buscar ayuda no es debilidad”, destacó.
Jeannette también reconoció la responsabilidad de su hijo en el crimen y su disposición a asumir las consecuencias. “Mi hijo no va a salir en libertad, él tiene que pagar por lo que hizo. Él lo sabe, yo siempre lo supe, y me duele en el alma”, aseguró. A pesar del dolor, no dejó de lado un mensaje de disculpa hacia la familia de Catalina: “Mis disculpas, las disculpas de Néstor, mi llanto, el llanto de todos no van a alcanzar. Para ellos mis respetos. No hablo de ellos, solo les pido perdón”.
Finalmente, Jeannette cerró la entrevista con una desgarradora reflexión: “Hoy me siento destruida, estoy muerta en vida. Nos levantamos porque Dios nos da un día más de vida, pero esto no es vida”.