Luis Dates, dueño de uno de los terrenos afectados en Villa Mascardi, ofreció una dura y emotiva declaración tras la reciente sentencia que condenó a varios integrantes de la comunidad Lof Lafken Winkul Mapu por la usurpación de terrenos en 2017. En una entrevista concedida al programa "Engranaje" de Radio Seis, Dates describió con detalle los episodios de violencia que vivió, criticó el accionar de las fuerzas de seguridad en ese momento y expresó su indignación por las penas impuestas.
“El debate fue muy amplio y quedó demostrada la violencia de estos grupos autodenominados como comunidad mapuche. En realidad, no es tal, sino que son un conjunto de delincuentes que entraron en un lote fiscal ejerciendo la fuerza, luego la violencia y luego se fueron expandiendo por los lotes vecinos, tanto públicos como privados, destruyendo y arrasando con todo lo que encontraban a su paso”, denunció.
Según Dates, uno de los episodios más impactantes fue la quema de su propiedad: “En mi caso personal, la destrucción total de la vivienda mediante un incendio. Posteriormente, en el predio de mi propiedad fueron atacados por prefectura, y con ellos se dispuso finalmente el desalojo, en la administración anterior”. A pesar de que la justicia ahora falló a favor de los propietarios, Dates siente que las penas fueron insuficientes: “El juicio tuvo todas las garantías constitucionales. A nuestro modo de ver, de los que fuimos afectados, las penas nos parecieron escasas, pero están dentro de lo que dispone el Código Penal”.
La ocupación, que se inició en septiembre de 2017, resultó en la toma de siete hectáreas dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi, a orillas del lago Mascardi. Los ocupantes justificaron su accionar como una reivindicación de territorios ancestrales, lo que generó tensiones tanto con vecinos como con el gobierno. Años después, bajo la presidencia de Javier Milei, la acusación por usurpación fue reactivada, culminando en un juicio que sentó precedentes en la región.
Sin embargo, para Dates, este proceso judicial es apenas “el primer paso”. El hombre recordó que, tras la desocupación inicial, ocurrieron más enfrentamientos, entre ellos el que terminó con la muerte de Rafael Nahuel, un joven de la comunidad mapuche, en noviembre de 2017, lo que agravó la situación y generó nuevas causas judiciales.
En cuanto a su propio sufrimiento, Dates fue contundente al describir cómo esta experiencia afectó su vida personal: “Esta gente me ha robado la quinta parte de los años que me quedan de vida. Nadie tiene el destino comprado, pero a mi edad, después de 50 años de trabajo, que todo el esfuerzo y sacrificio de toda una vida quede destruido de la noche a la mañana, es un golpe muy fuerte”, dijo emocionado. A pesar de todo, mantiene la esperanza de regresar a su propiedad y reconstruir lo perdido: “Tengo la expectativa de poder volver a mi propiedad y volver a vivir ahí”.
El hombre, de profesión abogado, también criticó la pasividad de las fuerzas de seguridad durante los momentos más álgidos del conflicto. Relató cómo él y su esposa estuvieron al borde de la muerte cuando su vivienda fue incendiada: “A mí y a mi señora casi nos matan con el incendio. Tuve que salir por la ruta 40 marcha atrás, zigzagueando en cada curva, frente a una horda de delincuentes que venía corriendo con palos por la ruta”. Añadió que, en ese momento, la gendarmería no lo asistió, a pesar de los riesgos que enfrentaba. "Tenemos orden de no movernos, nos dijeron".
Dates también aprovechó el espacio radial para dirigirse al abogado defensor de los acusados, el doctor Soares, a quien criticó por haber dado, según él, un alegato más político que jurídico. “Me encantaría que el señor Soares me estuviera escuchando. A ver si le hubiese pasado en carne propia, en su alegato final hubiera dicho lo que dijo. El alegato del doctor Soares fue un alegato político, jurídico cero”, afirmó con contundencia. Además, señaló que la experiencia de Soares como ex militante montonero no justifica lo que, a su juicio, fue una defensa carente de argumentos legales sólidos.
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